Los que me leen hace un tiempo, ya saben que me encanta poner una linda mesa. ¡Las fiestas son la oportunidad perfecta para hacerlo! Les decía hace poco, que no guarden en cajas la vajilla “linda”. Las cosas son para usarse, para disfrutarse, y no para tener encerradas o expuestas como en un museo.
Poner una linda mesa tampoco se trata de tener que salir a comprar todo nuevo o gastar un montón. Si, de saber aprovechar lo que ya tenemos, y agregar detalles! Podes por ejemplo, alquilar solamente una copa de color y un posaplatos para cada comensal, y cambiarle completamente la cara a una puesta con una vajilla neutra. Un lindo mantel, también sirve para levantar y resaltar una vajillería blanca.
La servilleta también es una buena oportunidad para agregar color, y las de tela siempre aportan elegancia. Si te llevas con las manualidades y el #diy, podes hacer servilleteros personalizados, agregando el nombre o un mensajito para cada comensal. Estos detalles son los que marcan la diferencia, los que sacan una sonrisa a la persona al momento de sentarse, y que después se lleven un lindo recuerdo.
No te olvides siempre de poner la mesa en función al menú elegido. La cantidad y tipo de cubiertos acorde. Prever el número de platos suficientes. También recordá prever copas y vasos extras para las bebidas que se vayan a servir a medida que vaya llegando la gente, y antes de sentarse a cenar.
Como en la cocina, creo firmemente que el ingrediente secreto siempre es el amor, y que se va a notar siempre en los pequeños detalles, una mesa pensada con cariño de antemano. ¡Que no te gane el ajetreo y el estrés el 24 y el 31! Planifica con tiempo, así también podes disfrutar mas en esos días.
¿Me muestran después como quedaron sus mesas? Despidamos el año de una linda manera y por sobre todo, compartiendo en esa mesa el amor familiar!
